Anecdotario Etapa 4:
1. Etapa especial que pide prisa: nos despertamos antes y decidimos desayunar en el Puerto de Muxía. Viento y gaviotas
y un fresquiño impagable.
2. Richi me da a pesar su mochila: cada etapa pesa menos. Me habla de logística inversa y no se qué puñetas, pero creo
que va llenando la del mochilero, o se ha ido desprendiendo de cosas.
3. Nuestra salida por la playa de Lourido es preciosa con el agua a un lado y la costa al otro.
4. Si días atrás la señalización era de pena, la de hoy es para matrícula: hay que ir mirando el suelo y fijarse en
unas dobles flechas pintadas en amarillo que señalan para un lado M (de Muxía) y F (de Fisterra) para el otro.
5. Tras pasar Guisamonde, hemos pasado por pista y un humo y cenizas en el ambiente, nos ha hecho detectar un fuego.
Un hidroavión ha hecho diversas pasadas a nuestro paso.
6. Mis pies van como van, tras agujerear también el pie izquierdo, pero van. María está con sus juanetes y alguna otra
dolencia, Chuqui con su sobrecarga en el tobillo salvado con ibuprofeno y pomadita y Richi con sus pies y uñas algo
tocados, pero bien: para ir al vietnam!
7. El ritmo a mitad de etapa era casi de 5 kilómetros hora (cuestión del bus). Tras entrar a Fisterra y aún con la
parada en Lires para coger viandas....casi se ha mantenido!
8. Me he ido a coger el bus solo porque Richi y María ya no podían más. Chuqui finalmente me ha buscado y acompañado
hasta que he salido de Fisterra, a las 15 horas. El bus tardará 3 horas y cuarto en llegar a Santiago, pero es lo que hay.
9. Me divierto mirando los pueblos costeros de la Costa da Morte y haciendo fotos para luego colgar: son pueblos
preciosos con casitas al lado del litoral y un azul intenso roto por tonos azulones y verdosos a veces. Ahora bien,
vaya inviernos se deben pasar!
10. No me encuentro las piernas, los pies encajados en las botas de montaña, la camiseta sudada y el pantalón sucio.
Me puede algo el esfuerzo de marcha de hoy, pero no puedo hacer más. Me espera de aquí a unas cinco y media o seis
horas, una ducha y, espero, un buen gin-tonic que creo merecido.
11. Haré cuando pueda una última entrada. Y la haré falando el galego-catalan-castellanoleonés, con el que hemos ido
bregando en estas etapas a modo de entretenimiento.
Fin
Fin de trayecto, fin del camino. Fisterra!. Donde en tiempos los antiguos situaban el fin del mundo! Verde de la tierra gallega, gris de roca, marrón de polvo y tierra, azul de océano!.Color. Emoción. Novecientos sesenta kilómetros en nuestros pies. Peregrino. Polvo, lluvia, sufrimiento, paz. Gente, pueblos, introspección. Algo de mí queda en el camino; algo del camino, queda en mí. Quemaré en Fisterra parte de mí, parte de tí.
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