viernes, 3 de abril de 2015

Etapa 3: De Olveiroa a Muxía

Bueno, amigos: he llegado a Muxía. Ya os conté que ayer me salieron dos ampollas. Tras el tratamiento gallego de Alma, la mejoría era palpable, pero en la mayor, no suficiente. Así que me he visto obligado a "operar": atravesar con aguja, dejar hilo para drenar...y a la calle. El camino es dolor, así que hay que apretar los dientes y para adelante.
Tras los primeros kilómetros, he visto que podía tirar, así que ya no he pensado hasta el final de etapa. Magnífico servicio de desayuno en el Albergue Hórreo de Olveiroa, que nos ha hecho coger el itinerario con ganas. El paisaje ha sido muy agradecido, ya quelos parajes del Monte Castelo y el río Hospital nos han alegrado vista y sentidos. Hemos ido ascendiendo tras un parque eólico hasta llegar al albergue de pregrinos de Dumbría, donde el capo de Inditex se ha dejado algún dinerillo. El asfalto y la nefasta señalización han seguido siendo tónica en todo el recorrido. Algún pase como en la aldea de Senande o en la pista que llega desde A Grixa a Quintans, es de nota: para perderse. Como somos un grupo aguerrido y todo nos da igual, hemos tirado para adelante, no sin contar con un buen alegato de Richi en video que podéis ver convenientemente. En Quintans hemos hecho parada y fonda con un menú de peregrino lleno de selecto producto gallego y colesterol: huevos fritos, patatas, chorizo gallego,bacon. Bien. Nos ha costado situarnos. Pero bien.
Tras un tramo algo pesado y un largo descenso, hemos llegado a Merexo: ya se olía a océano, ya se veía el Atlántico!!.. Que emoción. Todo ello ha compensado otros avatares. Es especialmente impresionante encontrarte con el influjo del Atlántico castigando tus sentidos. Nos hemos vuelto algo locos: todos tirando de cámara o móvil para captar la imagen que querías, pero que no puedes coger porque no puede contener tan bello momento.Aún así ya nos ha cambiado el semblante: Richi poseído por mojarse los pies en tan frías aguas, María por captar la imagen del azul marino, Chuqui oliendo la brisa y yo intentando
reflejar en la cámara lo que mis ojos veían. Tras pasar Os Muiños hemos ascendido hasta la iglesia románica de Sn Xulián de Moraime, donde por fin hemos podido sellar en un templo. Aquí se ha producido la anécdota de la jornada, ya que cuando le he pedido al párroco el sello para la credencial, Richi pensaba que era Rouco Varela y me decía: "Ostias, es Rouco, lo has visto?". cuando se lo he narrado a María le ha dado un ataque de risa que casi no puede continuar. El descenso hasta la Playa de Espiñeirido, con el baño de pies de Richi caminando por arena blanca, y la llegada a Muxía, ha sido un
episodio inenarrable. Hay que vivirlo. Un placer.
Frederic

1 comentario:

  1. Frederic!!! Cómo vas!! Me acabo de poner al día de vuestras andanzas del camino ;) (tengo que decir que te tenía algo abandonado estos días hasta que ayer me 'jarte' de pulpo en un gallego rico rico del barri y me acordé del Caminitodesantigo2015 jejeje qué mala soy..)
    Ya he visto que estás algo fastidiado con las ampollas...tal y como dices, a cerrar los ojos y a seguir!! Ánimo crack!! Confío en vosotros!! La recompensa está cada vez más cerca!! Disfrutadlo mucho!!
    Un beso grande Fede!!

    Carolina.

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