jueves, 2 de abril de 2015

Etapa 2, de Negreira a Olveiroa


Bueno, bueno, bueno..... Lo que no me había pasado en 940 kilómetros, me ha pasado hoy:me ha salido una ampolla en cada pie, una de carácter reservado. Ya la había notado a unos 14 kilómetros de la llegada, así que ha ido haciendo su trabajo. Antes de "operar", estoy probando la solución "Alma": una cataplasma con gel frío y arcilla verde, remedio gallego. Ya os contaré. Si no, pienso operar: un peregrino tiene que saltar estos obstáculos, y no he llegado hasta aquí para abandonar. Como diría mi añorado Fernando Fernán Gémez: "A la mierda!".
Hemos salido de Negreira pronto, a las 8, con María y Ricardo jurando en hebreo porque no querían tanta prisa. Es lo que hay: seguro que tras la etapa que han vivido hoy, mañana querrán salir antes, ya que hemos llegado a las 17,30 horas tras una parada y fonda para comer en menú (Dios!!!, sacrilegio), que nos ha enfríado y hecho perder tiempo.
Nuestra salida de Negreira, ha sido espectacular: con un amanecer magnífico y cruzando un puente tras pasar el Pazo de Cotón, hemos subido por tramo boscoso a Negreiroa, el núcleo original. Muy bonito, de verdad. Después ya ha vuelto nuevamente el asfalto: este tema es importante. Creo que la Xunta y el Patronato se equivocan del todo haciendo transitar a los peregrinos por tanto asfalto, teniendo presente el magnífico paisaje gallego y las opciones que permiten sus bosques y montañas. El peregrino es sufrido, pero no está bien que no pueda gozar de un paisaje tan colorido y colorista como el gallego. Una pena. Otro tema es la señalización: es un comentario común de todos, los errores y la falta de cuidado en la señalización de mojones y flecha de guía en estos tramos vividos. Otro punto negativo que no se puede entender, ya que Galicia tiene el honor de ser la tierra de destino final del camino. Debe cuidarlo y seguro que todo lo relacionado con los peregrinos deja el suficiente dinero para que hubiera una correcta y cuidada señalización. Los pueblos y aldeas que hemos pasado en el recorrido de hoy, tenían una disposición similar con casas típicas del rural gallego con construcciones modernas a su lado. La María, como es habitual, ha protagonizado una de las anécdotas de la jornada: como cuando ya ha calentado el andar, no tiene rival, pero se lanza sin control, se ha pasado del camino, y si no lo advertimos, nos lleva a París. Un buen labrego galego nos ha señalado la ruta y hemos recuperado. Tras este susto y cabreados con la cantidad de asfalto recorrido hemos ido al asalto de Cornovo. Tras él, ya parecía que el buche llamaba ya a la puerta, así que en Santa Mariña, kilómetro 20, ha
tenido lugar la parada de vianda: no bocata, no. MENU!!!!. Como campeones! Ahora quizás, la decisión del lugar no ha sido todo lo acertada, pero por 8 euros (paisa, baratu,), hemos comido adecuadamente (como el progreso escolar). Tras dos horas de asiento y una botella de mencía....ponte a caminar bajo el sol!!. Pues ahí, al Atakeerrrr!!!. Para más inri, un hombre con tierras en la zona y pleito con la Xunta, ha bloqueado el acceso por el Monte Aro, por lo que jurando en arameo, nos ha hecho dar una vueltiña que me cago en....A más abundar, los compañeros de viaje al unísono, en llegando a un punto que ya
nos avisaba nuestra guía que no debíamos coger.... HAN DECIDIDO COGERLO! dando un rodeo estupendo que ha añadido más de 1,5 km. a la etapa. A Richi y María los paso por alto por novatos, pero al Chuqui....,, pa matarlo, tú. A estas alturas, ya mis ampollas (dos, oiga, dos) ya estaban en fase destroyer. No veía ni al apuntador. Cabeza gacha y pa´lante. Tras un camino que se ha hecho largo, hemos llegado a Olveiroa. Ya veremos mañá.
Frederic

No hay comentarios:

Publicar un comentario